Un año más, el valle del Genal exhibe su estampa más pintoresca. En la segunda quincena de noviembre y la primera de diciembre, los castañares forman un paisaje natural de infinitas tonalidades conocido también como El bosque de Cobre, la primavera de cobre o el bosque encantado.

Una vez concluye la recogida de la castaña, el bosque regala a los habitantes de estos municipios, y a los centenares de senderistas y visitantes que cada año acuden a disfrutarlo, un espectáculo cromático que va cambiando lentamente, cubriendo los montes de amarillos, naranjas, ocres dorados y marrones que forman en el suelo una alfombra multicolor.

Son varios los municipios que forman estos parajes donde el patrimonio natural, cultural y etnológico aún conserva muchos secretos (Alpandeire, Benadalid, Benalauría,Cartajima, Faraján, Genalguacil, Igualeja, Jubrique, Júzcar, Parauta, Pujerra…). Recorrerlos es dejarse trasladar a un mundo dónde dejar volar nuestra imaginación.

Existen senderos locales y de Gran recorrido para aquellos que quieran descubrir este entorno sin igual.